Cuando reflexionamos sobre los beneficios de tener una alimentación sin carne animal, a menudo los vinculamos con la salud de nuestro cuerpo. Los expertos en la salud han descrito estos beneficios y recomiendan el vegetarianismo para reducir y evitar las enfermedades y e incrementar nuestra salud y bienestar. Sin embargo, un estilo de vida basado en el vegetarianismo también tiene beneficios para nuestra mente y alma. ¿Cómo podría nuestra alimentación elevar nuestro espíritu? Aquí te lo explicamos:
No promovemos la violencia
Muchas corrientes religiosas imponen un principio básico: “no matarás”. Y bajo la regla de tratar al resto cómo queremos ser tratados, debemos procurar transmitir al universo un mensaje de respeto por la vida.
El gran pintor Leonardo da Vinci fue vegetariano y sentía gran compasión por los animales. Historiadores relatan que cada vez que veía un pájaro enjaulado, le pagaba a su dueño por la jaula y el pájaro. Luego, iba al campo para abrir la jaula y observaba al pájaro elevarse libremente hacia la libertad.
Somos lo que comemos
Cuando un ser humano ingiere carne animal, no solo come la carne de este, sino también ingresa a su organismo las vibraciones del animal durante su tiempo de vida, hasta el sufrimiento de la muerte.
Pensemos en el temor que un animal sentiría al ver acercarse el final de su vida, enjaulado y luego camino al matadero. Cuando sentimos miedo, las hormonas del cortisol y la adrenalina se liberan en nuestro cuerpo. Esto ocurre igualmente en los animales, que es lo que finalmente. se ingiere cuando comemos carne.
Amor por todos sin distinción
El amor por todos se extiende a todas las formas de vida, incluidos los insectos, reptiles, peces, aves y mamíferos. Amar a todos incluye amar a toda la creación. El principio del amor por todos inspiró a los fundadores de diferentes credos a adoptar una alimentación vegetariana porque reconocían que los animales son nuestros hermanos y hermanas menores en Dios.
Ayudamos al medio ambiente y al planeta
El consumo de carnes representa un consumo muchas veces innecesario de recursos, ya sea desde la etapa de crianza del animal, hasta la propia cocción. Por ejemplo, los científicos explican que la cantidad de grano necesaria para alimentar a una vaca que será sacrificada como alimento podría usarse para alimentar a muchas más veces a un gran número de personas. Por otro lado, la cocción de las carnes representa un mayor uso de recursos como leña, gas y otros elementos cuyos desechos se liberan al aire contaminado al planeta.
Beneficios para la meditación
Cuando se ingiere carne animal, nuestro organismo se ve obligado a invertir gran parte de su energía en la digestión, energía que podría ser utilizada en otras áreas de nuestro cuerpo como la mente. A través de la meditación, logramos conectar con nuestro subconsciente, lo que nos permite ser capaces de tener ideas más claras y tomar mejores decisiones para nuestra vida.
