Los nacidos bajo el signo de Leo, del 23 de julio al 23 de agosto, se diferencian de los otros signos del zodiaco por su coraje, convicción y capacidad de liderazgo. Son generosos, majestuosos y de buen corazón, protegen celosamente a quienes los rodean, en especial a las personas más jóvenes y a los desprotegidos. Pertenecen al grupo de signos del elemento fuego y es el Sol la estrella quien los dota de apasionamiento para en su quehacer diario.
Historia mitológica
Al igual que en el signo de Cáncer, Hércules es también el protagonista de la historia del signo de Leo. Según la mitología griega, Hércules fue uno de los hijos que tuvo Zeus con una mortal y, debido a esta infidelidad, la esposa de Zeus, Hera, se venga colocando en Hércules la semilla de la locura. Es así como, sumergido en el descontrol e insensatez, Hércules le dio muerte a su esposa e hijo.
Tras despertar del hechizo de Hera, Hércules siente la inmensa culpa por el asesinato de su familia y busca alguna forma de redimirse de tal pecado. Ante su petición, el rey Euristeo le encargó 12 misiones a Hércules, los cuales lo ayudarían a liberarse de la culpa.
La primera misión fue derrotar a un mítico león que habitaba en Nemea que, tras ser abandonado ahí por la diosa de la Luna, Selene, se apoderó del área, devorando a todos los animales y habitantes de la zona. Hércules subió al monte y encontró al león con la boca llena de la sangre de los animales que acaba de comer. Hércules decidió atacar, lanzándole flechas, pero notó que la piel del animal era demasiado gruesa y resistente. Fue entonces como el héroe decidió luchar cuerpo a cuerpo contra el gran animal y, sin hacer uso de sus armas, logró estrangular al león con la fuerza de sus brazos.
Tras la mítica batalla y por la petición de la diosa de la luna, Zeus premió al león y lo colocó en el cielo oscuro como la constelación de Leo.
Otras características de Leo
Los nativos del signo Leo suelen ser creativos y apasionados, necesitan ser el centro de atención, por lo que pueden ser muy buenos actores o artistas de escenario. Representan la autoridad y el mando, la generosidad y magnanimidad, pero también el lujo, el orgullo, la psicología aristocrática y la tiranía. Asimismo, los leo están propensos a desarrollar problemas anatómicos como dolores al corazón (cardiopatía, aneurisma, etc.), la espalda y la columna vertebral.